jueves, 16 de septiembre de 2010

Entonces crucé la calle y vi que estabas tú. Parado sin sonreir, sin pensar en nada, y te quise decir mil cosas. Pero siendo una persona normal no me comprenderías, así que me fui a casa, a comer levadura en polvo y a rumiar locuras que me venían a la cabeza. También dije que iba a hacer mil cosas, pero la mente, tan ocupada, olvidaba el pasado. Creo que ese fue el momento, se volvió loca. Corriendo se metió en una alcantarilla, repartiendo propaganda subversiva. Los mutantes se hicieron sus amigos, al fin era una más. No sé si fue su mirada, pero el agua limpia volvía a salir de aquel agujero. Un recuerdo amargo, un escupitajo más. Los problemas desaparecen. Aún sigue corriendo por ahí, dicen que se ve su silueta bailando con las farolas. A lo mejor eras tú. No lo quiero saber. En ocasiones me asustaba cuando despertaba pensandolo, o quizá fuese el calor. Sigo sin saber nada. CAOS. ¿Pero que haces? Sigues corriendo, no vas a ninguna parte. ¿Lo dudas? Otra vez, sigues corriendo. El lugar que buscas está ahi. Los ojos que ves en la oscuridad conspiran, creo que van a por ti. PARANOIA. Dejas de pensar.


[Que delirio toca hoy?

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