domingo, 3 de mayo de 2009

¿Sabéis esa sensación que se siente cuando se avecina un cambio?
Sabes que será un cambio importante, por una parte es una cosa buena, tienes ganas de que llegue, pero por otra piensas en las cosas que dejarás atrás, aparte de todo lo que tendrás que sufrir para que se realice.

Pues así se sentía ella, tenía un amargo sabor en la boca a causa de esto. Sabía lo que se sentía, lo que le esperaba. Tenía experiencia en estas cosas, pues en los últimos meses de su vida había estado cambiando constantemente. Era como si en lugar de controlar su propia vida, la vida la controlara a ella. Antes siempre tenía bajo control todo aquello que le gustaba, y cuando quería que no fuera así,dejaba correr todo a su antojo. Pero ahora...por nada se descontrolaba, se pasaba el día dando vueltas a todo, desquiciada, si no estaba paranoica o nerviosa, no era ella, y esto le daba una continua sensación de mareo, se ahogaba, le daban arcadas. Su vida era el vaivén de un barco en plena tormenta.

Después de replantearse varias veces su forma de vida, pensó que se podría considerar una nómada, aunque mucha gente pensara que estaba enferma, que era bipolar. Y esto le gustó, el desprecio que la humanidad sentía por ella era menor que el que ella sentía por la humanidad. Una silenciosa risa de loca, acompañada de unos extraños escalofríos cruzaron su cuerpo. Y decidió hacer locuras, arriesgarse, si la iban a hacer daño ella haría el doble.

Opto por cambiar de vida. Otra vez.



Si ellxs están locxs, yo lo estoy más.

1 comentario:

  1. Has visto kosax ke ninguno ha soñado, kemas kartutxos pero te rearmas, es ke tu buskas mas velozidad y eso es algo ke muy pokos te pueden dar.

    Bailar kontigo es un peligro, el suelo tiembla y azeleras tu ritmo, es ke tu buskas más velozidad y eso es algo ke solo yo te puedo dar.


    Ke venga lo ke tenga ke venir, nos lo komeremos kon patatas.

    Muxus!

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